Aralia

Aralia (Polyscias scutellaria)

Origen: Islas del Pacífico, especialmente Nueva Guinea y el sudeste asiático.

La Aralia es una planta ornamental conocida por su elegante follaje, compuesto por hojas lobuladas o redondeadas que pueden variar en tonos de verde oscuro, con bordes crema o dorados en sus variedades variegadas. Es una opción ideal para interiores en el Valle Central de Chile, aportando un toque tropical y sofisticado a oficinas, salas de estar o patios cubiertos.

Características de la Aralia:

Tallo: Leñoso, delgado y ramificado desde la base; flexible cuando joven; altura de 1–2 m en maceta.
Hoja: Compuesta, con folíolos finos, alargados y aserrados; verde brillante; muy ornamental.
Crecimiento: Lento a moderado; forma arbustiva y densa si se poda; ideal para sombra parcial o interior luminoso.


Cuidados:

Luz: Luz indirecta brillante, aunque tolera semisombra. Evitar el sol directo, ya que puede quemar sus hojas.
Riego: Moderado; en verano, regar cada 5-7 días, y en invierno, cada 10-15 días. Dejar secar ligeramente el sustrato entre riegos.
Humedad: Prefiere ambientes con buena humedad, por lo que es recomendable nebulizar sus hojas ocasionalmente.
Sustrato: Ligero, con buen drenaje. Una mezcla de tierra de jardín con perlita o arena gruesa funciona bien.

Dato curioso:
La Aralia es conocida por su longevidad y su capacidad de adaptarse a diferentes condiciones ambientales. En el feng shui, se le asocia con la atracción de energía positiva y prosperidad.

Tip para el Valle Central de Chile:
Evita exponerla a corrientes de aire frío durante los meses de invierno, ya que prefiere temperaturas moderadas. Si la cultivas en maceta, gira la planta regularmente para garantizar un crecimiento uniforme hacia la luz.

Usos:
Es perfecta como planta de interior por su bajo mantenimiento y capacidad de transformar espacios con su frondoso follaje. Además, en exteriores, se puede usar como arbusto en jardines tropicales protegidos del sol intenso.