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Pelargonio (S)
Descripción
El Pelargonio (Pelargonium spp.), también conocido como geranio zonal o geranio común, es una planta perenne que generalmente se cultiva como anual en jardines y macetas debido a su resistencia y su vibrante floración. Sus hojas son redondeadas y a menudo presentan un borde dentado, mientras que sus flores varían en colores que incluyen rojo, rosa, blanco y morado, siendo especialmente llamativas durante la primavera y el verano. El pelargonio es una planta fácil de cuidar, ideal para macetas, balcones y jardineras.
Cuidados:
Luz: Necesita pleno sol para prosperar y florecer abundantemente. En zonas de climas cálidos, puede tolerar algo de sombra parcial durante las horas más calurosas del día.
Riego: Moderado. Es importante regar cuando la capa superior del sustrato se siente seca, evitando el encharcamiento. En invierno, reduce el riego.
Suelo: Prefiere suelos bien drenados, ligeramente ácidos o neutros. Un sustrato para plantas de maceta o una mezcla que favorezca el drenaje es ideal.
Temperatura: Prefiere temperaturas cálidas entre 18-24°C. No tolera heladas y en climas fríos debe protegerse o cultivarse en interiores durante el invierno.
Fertilización: Fertilizar cada 2-4 semanas durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) con un fertilizante equilibrado o específico para plantas con flores.
Poda: Para mantener su forma compacta y fomentar una floración continua, es recomendable podar las flores marchitas y recortar las ramas largas o dañadas. También puede recortarse a finales de la temporada para mantener la planta saludable.
El pelargonio es una opción popular para quienes buscan una planta fácil de cuidar que aporte un toque de color a su jardín o espacio interior. Su vibrante floración y su capacidad de crecer en diversas condiciones lo hacen ideal tanto para principiantes como para jardineros experimentados.
Cuidados:
Luz: Necesita pleno sol para prosperar y florecer abundantemente. En zonas de climas cálidos, puede tolerar algo de sombra parcial durante las horas más calurosas del día.
Riego: Moderado. Es importante regar cuando la capa superior del sustrato se siente seca, evitando el encharcamiento. En invierno, reduce el riego.
Suelo: Prefiere suelos bien drenados, ligeramente ácidos o neutros. Un sustrato para plantas de maceta o una mezcla que favorezca el drenaje es ideal.
Temperatura: Prefiere temperaturas cálidas entre 18-24°C. No tolera heladas y en climas fríos debe protegerse o cultivarse en interiores durante el invierno.
Fertilización: Fertilizar cada 2-4 semanas durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) con un fertilizante equilibrado o específico para plantas con flores.
Poda: Para mantener su forma compacta y fomentar una floración continua, es recomendable podar las flores marchitas y recortar las ramas largas o dañadas. También puede recortarse a finales de la temporada para mantener la planta saludable.
El pelargonio es una opción popular para quienes buscan una planta fácil de cuidar que aporte un toque de color a su jardín o espacio interior. Su vibrante floración y su capacidad de crecer en diversas condiciones lo hacen ideal tanto para principiantes como para jardineros experimentados.